La crisis y la competencia del cava provocaron un gran descenso de ventas en la Navidad pasada
RUEDA-. La Denominación de Origen de Rueda ha salido, en líneas generales, viva del primer asalto de coyuntura económica actual. El año 2008 se ha saldado con un 12,34 % más de ventas respecto al año 2007, con un total de 41.022680 contraetiquetas vendidas en lo que se refiere al vino blanco, la primera vez que los caldos de la zona superan la barrera de los 40.000.000 de unidades comercializadas. Esta ganancia se ha producido gracias a los productos estrella de la zona, el Rueda, el Rueda Verdejo y el denominado como Sauvignon, que se mantuvieron en la línea de crecimiento establecida en los vinos de Rueda.
Sin embargo, aunque corresponda a una pequeña parte de la D.O., el vino espumoso ha descendido considerablemente sus ventas en las pasadas navidades. “Hasta en un 60%” han caído las ventas de esta variedad de vino Verdejo, según el Secretario del Consejo Regulador, Ramón Bocos. “Es probable que por un lado haya influido la crisis, pero el precio del producto puede haberlo hecho también, ya que hemos visto precios de cavas muy baratos, vienen con ventaja”, aseguró Bocos.
Javier Ayala, Director Comercial de la bodega Palacio de Bornos, explicó que esa espectacular caída en las ventas del vino espumoso no afectó tanto a su producción. “Más o menos igual que el año pasado pero sí ha sido más tardía su comercialización”, comentó. “La crisis y el temor de la gente ha provocado que las compras se realizasen a última hora”, dijo Ayala, quien añadió que con un mes de retraso se han realizado las compras navideñas en lo que atañe al vino espumoso. “Si años anteriores vendíamos a partir del 15 de noviembre y hasta el 24 de diciembre, éste se ha concentrado todo entre el 15 y el 24” del último mes del año. Pero Ayala tiene una explicación a las malos números en las ventas de este tipo de vino de la Denominación de Origen de Rueda, y es que “hay muchas bodegas que antes no lo elaboraban, han empezado este año y las estadísticas bajan”.
En el grupo Yllera coinciden con que la línea es parecida a la del año pasado, pero con una excepción: a partir de octubre, cuando más se consume este tipo de vino, las ventas se frenaron. “Nosotros estuvimos por encima de la media hasta octubre, noviembre y diciembre pero la mala situación hizo que la comercialización empeorara”, explicó Roberto García, director comercial de la bodega que el grupo posee en Rueda. En el descenso de las ventas de esta empresa han influido varios factores, pero el que destaca Roberto García es “la bajada en los regalos de Navidad” y las cestas que cada año las empresas regalan a sus trabajadores, pues este año “si han existido han sido la mitad o menos”, añadió. El director comercial de Yllera hizo con seguridad esta afirmación, ya que se refería a clientes habituales de la empresa. “Quién no ha comprado aquí es que no ha comprado y el que lo ha hecho, en mucha menos cantidad”, sentenció.
Pero Roberto García se refirió a otro factor relacionado con la geografía. Y es que, según el experto, en esta zona “se tiene el concepto de que vino espumoso es un vino de peor calidad y no es así”. Los nombres de las etiquetas y las contras, como dice García, es algo muy importante, ya que “llama más la palabra cava o champán que vino espumoso y lo que la gente tiene que saber es son tipos de vino diferentes”, aseguró.
“El vino espumoso es con verdejo y se realiza con esa uva, con lo cual no es ni mucho menos de peor calidad que los cavas o los champanes” que vienen de otras denominaciones de origen. “Generalmente se piensa que simplemente es un vino gasificado, pero no es así. De todos modos, la cultura de los caldos con burbuja no está arraigada en la zona”, ya que como dijo Roberto García, en regiones como Cataluña “se come con cava y aquí sobre todo lo utilizamos para brindar en Navidad”. El director comercial de Yllera en Rueda comentó que “el período de la anticatalanidad produjo que la gente lo probara y quien lo supo apreciar, lo siguió tomando, pero a quien estaba acostumbrado al cava, naturalmente le supo distinto y no le gustó”, concluyó.
Una sentencia que “ni quita ni pone”
Por su parte, Javier Ayala, director comercial de Palacio de Bornos, aseguró que la aceptación de esos vinos a la D.O. Rueda se debe a “una estrategia comercial, ya que ese vino estaba en casa de nadie y no lo podíamos acoger”, pero para el de Palacio de Bornos esta sentencia “ni quita ni pone”.
El pasado mes de agosto los tintos, rosados y la variedad espumante de estos últimos fueron reinsertados de nuevo en la Denominación de Origen de Rueda por el Tribunal Supremo. Esos tipos de vino, naturalmente, apenas han sido comercializados todavía, ya que en la mayoría de las ocasiones se encuentran en proceso de fermentación. Sin embargo, el secretario del Consejo Regulador de la D.O. Rueda asegura que esos vinos “no van a ser importantes” para esta denominación de origen, ya que la incorporación va a ser “lenta”. “Hasta que dentro de unos años no salgan marcas y se consoliden van a representar poco”, sobre todo en lo que se refiere a la variedad de vino rosado espumoso. “De momento solo han salido 112.000 botellas ha la venta”, afirmó.